sábado 27 de julio de 2024 - Edición Nº649

Nutrición | 3 ene 2023

Pérdida de peso y control de la glucemia

¿Qué impacto tiene la dieta baja en carbohidratos en la salud?

La dieta baja en carbohidratos puede ayudar a los pacientes con diabetes a lograr una mejor pérdida de peso y control de la glucosa a corto plazo en comparación con una dieta baja en grasas. Especialista nos cuenta que agregados nutricional ayuda a sostener una alimentación efectiva con menor índice glucémico.


Por: MedicosConsultores.com basada en nota de IntraMed

Un ensayo controlado aleatorizado de más de 100 personas con diabetes tipo 2 encontró que una dieta baja en carbohidratos, alta en grasas y sin restricciones calóricas ayudó a los pacientes a lograr una mejor pérdida de peso y control de la glucosa en sangre durante una intervención de 6 meses en comparación con una dieta alta en carbohidratos y baja en calorías. -dieta rica en grasas. Los cambios no se mantuvieron 3 meses después de la intervención, lo que sugiere la necesidad de cambios en la dieta a largo plazo para mantener beneficios significativos para la salud. Los hallazgos se publican en Annals of Internal Medicine.

Más de 480 millones de personas en todo el mundo padecen diabetes tipo 2. Más de la mitad de las personas con diabetes también tienen enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD, por sus siglas en inglés), que puede progresar a cirrosis y afectar la función hepática. Estudios previos sugieren que la pérdida de peso mejora tanto el control de la diabetes como la NAFLD y la restricción de la ingesta de carbohidratos mejora el control de los niveles de azúcar en la sangre.

Investigadores de la Universidad del Sur de Dinamarca, Odense, Dinamarca, asignaron aleatoriamente a 165 personas con diabetes tipo 2 a una dieta LCHF o HCLF durante 6 meses. A los participantes de ambos grupos se les pidió que comieran la misma cantidad de calorías equivalente a su gasto de energía.

A los participantes en la dieta baja en carbohidratos se les pidió que no comieran más del 20 % de sus calorías de los carbohidratos, pero que podían obtener del 50 al 60 % de sus calorías de las grasas y del 20 al 30 % de las proteínas. A los pacientes con la dieta baja en grasas se les pidió que comieran alrededor de la mitad de sus calorías en carbohidratos y el resto dividido equitativamente entre grasas y proteínas. Los autores encontraron que las personas con la dieta baja en carbohidratos redujeron la hemoglobina A1c en un 0,59 por ciento más que la dieta baja en grasas, y también perdieron 3,8 kg más de peso en comparación con las del grupo bajo en grasas.

 Las personas que hacen dieta baja en carbohidratos también perdieron más grasa corporal y redujeron la circunferencia de su cintura. Ambos grupos tenían colesterol de lipoproteínas de alta densidad más alto y triglicéridos más bajos a los 6 meses. Sin embargo, los cambios no se mantuvieron 3 meses después de la intervención, lo que sugiere que los cambios en la dieta deben mantenerse a largo plazo para mantener los efectos.

El Dr. Exequiel Guindi, especialista español consultado, refiere que una de las estrategias que ayudan a sostener una alimentación con menor índice glucémico, es el agregado nutricional de Faseolamina Estandarizada (Nota de la redacción: en Argentina SATIAL), “El aporte continuo de faseolamina estandarizada, disminuye el impacto de absorción de almidón, con ello logramos un apoyo necesario en una gran mayoría de casos, que facilita a los pacientes sostener la indicación, además hemos visto que mejora la respuesta metabólica en el tiempo, disminuye la compulsión del picoteo entre comidas”

Giundi agregó “Es importante remarcar que estos datos se han visto en los ensayos cuando se utiliza un activo conocido y estandarizado, hay una gran confusión respecto a la harina de poroto que no contiene las cantidades que necesitamos de faseolamina y no esta recomendado, por ello siempre al agregar este activo nutricional recomiendo utilizar los originales, en el caso de Argentina sabemos que es Satial”.

Las personas con DM2 que siguieron una dieta baja en carbohidratos sin restricciones calóricas durante 6 meses tuvieron mayores mejoras clínicamente significativas en el control glucémico y el peso en comparación con las que siguieron una dieta alta en carbohidratos.

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