Información General | 29 dic 2022
Infertilidad
Cinco factores que afectan la cantidad de espermatozoides viables y no sabías
De acuerdo con datos reportados por la Universidad de Jerusalén, en Israel, y la escuela de medicina del Monte Sinaí, en Estados Unidos, la concentración de espermatozoides que liberan los hombres durante la eyaculación ha caído un 51% durante los últimos 50 años. ¿Cuáles son los 5 principales factores que lo afectan?.
Por: MedicosConsultores.com
Además de la cantidad, la evidencia también revela una caída en la calidad de los gametos masculinos: el porcentaje de células aptas para entrar al óvulo ha ido sufriendo caídas considerables en las últimas décadas.
"Lo que más impacto tiene en lo que vemos es la pérdida de movilidad de los espermatozoides. Sin ese atributo, disminuye la capacidad de fecundación", asegura el urólogo y andrólogo Moacir Rafael Radelli, vicepresidente de la Asociación Brasilera de Reproducción Asistida.
¿Qué hay detrás de este fenómeno? Los especialistas señalan al menos cinco causas.
1. Obesidad
Los kilos extra promueven una serie de desventajas para los espermatozoides. El crecimiento del tejido adiposo (grasa), libera sustancias inflamatorias que afectan directamente la producción de testosterona, una de las hormonas más importantes en la producción de gametos masculinos.
Otro de los problemas asociados a la obesidad con la calidad de los espermatozoides, es el aumento de la temperatura escrotal. Los testículos, sitio donde se fabrican y almacenan las células reproductivas, deben permanecer entre 1 y 2 grados por debajo de la temperatura del organismo para funcionar bien. Es por eso que la bolsa escrotal se encuentra por fuera del cuerpo, sin embargo en las personas con obesidad esa diferencia de temperatura no suele estar presente, ya que el tejido adiposo tiene a acumularse también en la región genital.
2. Consumo excesivo de sustancias toxicas
En este punto entran el consumo de alcohol, cigarrillos, vapeo (uso de cigarrillos electrónicos), marihuana, cocaína, esteroides anabólicos… ¿Sabes qué tienen en común todas estas drogas? Todas afectan la calidad de los espermatozoides.
Algunas de estas sustancias dañan directamente las células germinales, que dan lugar a los espermatozoides. Otras, actúan indirectamente. Afectan la producción de hormonas encargadas de estimular el trabajo de los testículos.
El ejemplo más citado entre los expertos es el reemplazo de testosterona a través de pastillas, geles e inyecciones, utilizadas indiscriminadamente para ganar músculo. "Este es un mercado que ha crecido de forma loca y espantosa en los últimos años", advierte Radaelli.
El médico explica que cuando esta hormona se agrega de manera indiscriminada, el cuerpo entiende que ya no hay necesidad de producirla de forma natural.
Como resultado, los testículos pueden incluso atrofiarse y el conteo de espermatozoides en el semen termina en cero, en una condición conocida en medicina como azoospermia.
3. Tecnología
Si leíste bien, la tecnología, las tablet o notebooks que suelen apoyarse sobre el regazo, o los celulares guardados en bolsillos cercanas a los testículos, suelen afectar la temperatura de la región. ¿Recuerdas esa historia de que el testículo necesita estar entre 1 y 2°C por debajo de la temperatura del resto del cuerpo?
Otros hábitos relacionados con las temperaturas más altas también presentan riesgos para la reproducción. Es el caso, por ejemplo, de largos baños en bañera con agua caliente o largas jornadas en saunas.
4. Infecciones de transmisión sexual
Enfermedades como la clamidia y la gonorrea, causadas por bacterias, pueden causar inflamación en el epidídimo. Esta estructura se conecta a la parte superior de los testículos y es responsable de almacenar el esperma. Una alteración allí, por tanto, supone un riesgo para la supervivencia de los gametos.
La OMS estima que, solo en 2020, hubo 129 millones de nuevos casos de clamidia y 82 millones de gonorrea entre hombres y mujeres. Esta tasa se ha mantenido estable o al alza en las últimas décadas.
Radaelli agrega un tercer patógeno a la lista: el virus del papiloma humano, también conocido por las siglas HPV. "Se sabe que también puede afectar la producción o incluso el ADN de los espermatozoides", dice.
5. Deficiencia de Nutrientes
Existen nutrientes esenciales en la producción de los espermatozoides, entre ellos se destaca el selenio, es un oligoelemento y su cuerpo solo lo necesita en pequeñas cantidades, sin embargo la deficiencia leve de selenio se calcula que se da en una de cada tres personas.
La dieta occidental actual es deficitaria en distintos minerales, esto se debe fundamentalmente en la baja en la calidad de los suelos desde donde obtenemos nuestros alimentos, que debieran aportarnos los micronutrientes.
Si bien los alimentos vegetales, como las verduras, son las fuentes alimenticias más comunes de selenio, también se encuentra en el pescado, los mariscos, las carnes rojas, los granos, los huevos.
El sexto punto esta relacionando con el envejecimiento y el hecho de que los hombres buscan la paternidad cada vez más tarde.
"Sabemos que la capacidad fértil va disminuyendo a lo largo de la vida. Aunque la disminución en los hombres no es tan pronunciada como en las mujeres, hay una reducción de hormonas que son importantes para la fabricación de gametos", explica el especialista.
¿Qué hacer?
Para aquellos que quieren tener un hijo, el primer paso para aumentar las posibilidades de éxito consiste en hacer algunos cambios en el estilo de vida y, por lo tanto, revertir los procesos nocivos para los testículos.
Esto implica, por ejemplo, mantener o perder peso mediante una dieta equilibrada y actividad física regular. Evitar o evitar por completo el alcohol, el cigarrillo y otras drogas también es una recomendación básica.
La suplementación es una gran ayuda, como mencionamos el nutriente clave es el selenio, su aporte ideal es en 100 mcg y en forma orgánica esto es la forma quelatada (Quelat selenio en Argentina).
Si el sexo es recreativo, con parejas ocasionales y sin el objetivo de tener un hijo, es mandatorio el uso del preservativo.
Si, aún con todos estos cambios en la rutina, la dificultad para tener un hijo persiste, vale la pena buscar un especialista
¿Cuándo?
"Si tiene menos de 35 años, la pareja debe intentar tener un hijo hasta por un año, con relaciones sexuales regulares alrededor de tres veces por semana, con seguimiento de los períodos fértiles", señala Radelli.
Ahora bien, si la pareja tiene más de 35 años, una dificultad para concebir durante más de seis meses ya debería encender la señal de alarma.